Add parallel Print Page Options

pues él nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,(A) no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica.

Si el ministerio que llevaba a la muerte, y cuya letra estaba grabada en piedra, fue tan glorioso que los hijos de Israel no podían ni mirar el rostro de Moisés debido al resplandor que su rostro reflejaba,(B) aunque era un resplandor efímero, ¿no será más glorioso aún el ministerio del Espíritu?

Read full chapter